La Creatividad por Antonio Ortiz

¿Te has percatado que últimamente los temas que nos rodean están relacionados con alguna clase de información negativa? Día a día nos encontramos con estos tópicos, qué si el narco, qué si la controversia religiosa, qué la crisis en otros países, etcétera. Reflexiona una cosa, si en este momento entrara a tu casa y llenara la pared más bonita y grande con malas palabras, colores horribles, desechos e inmundicias, ¿dejarías esa pared así?, no verdad. La respuesta es muy lógica y podrás preguntarte hacia dónde va tu servidor, a lo que quiero llegar es que, cada individuo deja que a la mente ingrese toda clase de pensamiento chatarra, todos los días no solo permites ingresen a tu mente, además los preservas.
Lamentablemente esa información no solo queda en nuestra persona, solemos transmitir en los pequeños la prisa de vivir debido a este tipo de contextos, olvidando que la paz está en los niños. De nada sirve que se difundan temáticas de la lucha contra la infinidad de guerras si no se generan caminos de tolerancia, educación y paz en los menores, porque ahora son el presente, pero esos niños mañana serán el futuro, la base de la sociedad que deberá crecer sana, con amplitud no de conocimiento, si no de habilidad. Este mundo en que vivimos, impredecible, cambiante y revulsivo nos hace como adultos pensar en el futuro y tratar de adivinar cómo estará el país en 5 años, no los culpo, es un acto de inercia ante la desatada situación. Sobre todo cuando ya desde hace algunos años, los títulos universitarios ya no tienen el mismo valor, antes bastaba con quemarte las pestañas, obtener tu título para tener pasaporte directo al éxito o la estabilidad económica, ahora donde antes necesitabas licenciatura, necesitas una maestría, incluso doctorado. Hoy se vive una inflación académica.
¿A qué quiero llegar con todo esto?, a que como padres debemos desarrollar la creatividad, la investigación, y sobre todo la exploración. Dejar que los niños descubran (bajo supervisión) el mundo que les rodea. Suele pasar que entre charlas con los pequeños surgen siempre dudas y las prisas hacen que demos una mala contestación, eso rompe no solo con la confianza, si no con la apertura de nuestros hijos para ir recorriendo el mundo a través de nuestra mano.
Les planteo el siguiente escenario: Una pequeña de tres años observa con plena atención, una catarina sobre una hoja, observa cómo se mueven sus patitas, trata de comprender de donde salió esta hermosa criatura, la ve moverse de un lado a otro, el tiempo parece no correr, nada mas hermoso que esta imagen, una niña ante la forma mas divertida y natural de aprender…
¿Pero quien llega a romper este cuadro? La velocidad de los días en que vivimos. La niña es sacada de su estado de atención por su propia madre, que le dice: “Anda que se nos hace tarde para la clase de Ballet”. Debemos tener mucho cuidado de como manejamos la creatividad en nuestros niños, puede ser que tengamos a el próximo Picasso en la habitación de al lado, le buscamos escuelas, maestros particulares, horas extras, nos cansamos de buscar en directorios, le pedimos consejo a los amigos, y de repente nuestro niño llega y nos dice: ¡Papá, Mamá, yo SOLO QUIERO DIBUJAR!
La creatividad en un mundo cambiante, sin duda será el arma más valiosa que podamos encontrar en los hijos, ello definirá lo que serán en un futuro en la medida en que se las dejemos explotar.